Se denomina Costa Turquesa a una zona marítima se encuentra localizada al sur del país. Cada vez lo más las personas que optan por alojarse en esta región durante sus viajes a Turquía. A la costa turquesa también se la denomina Costa Licia, ya que fue este pueblo el que habitó históricamente este paraje de belleza singular.
La Costa Turquesa está bañada por las calurosas aguas del Mar Mediterráneo, un enclave prodigioso y que siempre ha sido objeto de deseo de numerosas civilizaciones, otomanos, romanos, griegos, persas…
Para llegar a esta costa hay dos opciones: Desde las dos mayores ciudades turcas, Estambul y Ankara, parten cada día vuelos hasta los aeropuertos de Antalya y Dalaman, los más cercanos a la costa turquesa. La otra opción, desde prácticamente cualquier rincón de Turquía, es mediante un autobús. Como las distancias son muy grandes en Turquía, una buena opción es elegir el autobús nocturno y así ahorrar en alojamiento.
Hay numerosos atractivos en esta área del sur de Turquía. Especialmente recomendable es la Playa de Patara, una de las más extensas del Mediterráneo con sus 18 kilómetros de longitud. A apenas un kilómetro de la playa se encuentran ubicadas las ruinas de Patara, una antigua ciudad de los licios que da el nombre a esta majestuosa playa. Otro lugar muy turístico es Myra, una gran pared vertical de roca tallada con numerosos monumentos que han sabido resistir el paso del tiempo.
Pero muchos de los visitantes que llegan cada año hasta la Costa Turquesa no lo hacen por sus playas ni por sus restos arqueológicos, lo hacen, sencillamente, para caminar. Es aquí de donde parte la Ruta Licia, que recorre la costa sur del país durante más de 500 kilómetros, a través de arenales, bosques, montañas, pueblos y ruinas arqueológicas. Una auténtica experiencia para descubrir otra cara turística de las múltiples que posee Turquía
