La verdad es que toda ella es un museo a cielo abierto. Estambul es una ciudad hecha para contemplar y para admirar.
Pero además de sus calles y monumentos públicos, la urbe conserva algunos museos que merece la pena visitar.
Entre los más importantes se encuentra el Museo de arte turco e islámico, situado en la plaza Sultanahmet, en pleno distrito de Eminönü.
Este centro cultural ocupa el antiguo palacio de Ibrahim Paşa, primer gran visir de Suleiman el Magnífico, construido en 1524 y uno de los edificios con más historia de la metrópolis.
El museo se puede visitar de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas. Los lunes permanece cerrado por descanso del personal. El precio de la entrada para adultos es de 10 liras.
La mejor forma de llegar hasta las inmediaciones emplear la Línea 1 de tranvía con parada en Sultanahmet.
La espectacular colección del museo está compuesta por más de 40.000 objetos.
En el recorrido podrás admirar todo tipo de vestigios antiguos, catalogados en diferentes categorías: desde alfombras, cerámicas, esculturas o sarcófagos hasta diversas versiones del Corán y una llamativa colección de atriles para leerlos.
También causa admiración la reproducción de la Puerta de la Gran Mezquita de Cizre.
Para completar la visita, en el interior del museo hay una pequeña sección etnológica que ofrece en diferentes formatos recreaciones de la vida diaria de los habitantes de Turquía en diferentes hábitat y en distintas épocas.
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