Estambul es la ciudad más conocida, famosa, poblada e importante de Turquía. La antigua Constantinopla es el nudo comercial, financiero y de telecomunicaciones del país. Pero la capital es Ankara, la gran desconocida, una joya escondida, lejos de los tradicionales circuitos turísticos por Turquía, pero que encierra mil y un encantos. (más…)
Uno de los principales motivos por los que cada año millones de personas preparan sus viajes a Turquía es para comprar artesanía confeccionada en suelo turco. Desde tiempos inmemoriales, tejer alfombras ha sido el máximo exponente de este arte, una tradición que ha pasado de madres a hijas, de generación en generación. Las alfombras turcas, de excelente calidad, constituyen hoy en día el principal objeto de deseo de los turistas extranjeros. (más…)
Uno de los aspectos más apreciados por los visitantes que llegan a Turquía es una tradición que en este país es centenaria, los baños turcos. También conocidos como haman, son lugares un poco diferentes del concepto que en Occidente se tiene de ellos. Los baños turcos no están pensados para el disfrute, el masaje y el relax. No son un spa. Están concebidos para la limpieza, siguiendo los cánones de la cultura musulmana que son estrictos en el ámbito del aseo corporal. Hay baños separados para hombres y mujeres y en aquellas pequeñas ciudades o pueblos donde solo hay uno, ambos géneros disponen de unos días reservados a la semana en exclusividad, sin que varones y mujeres se mezclen. (más…)
Turquía es un país grande, con una extensión de 780.000 kilómetros cuadrados, tiene casi un 25% más de superficie que España. Por ello, una de las primeras recomendaciones para el turista es saber elegir bien el medio de transporte, el que mejor se adecue a nuestras necesidades. Es la forma de no perdernos ninguno de sus encantos. (más…)
Cuando planifiques tu viaje a Turquía, ten en cuenta una cosa: Éfeso, de todas las grandes ciudades del mundo clásico, es la que mejor se ha conservado hasta nuestros días.
Emplazada al sur de Izmir, la ciudad está repleta de grandes tesoros artísticos. Según nos acercamos a la zona, por la carretera, ya se divisan restos arqueológicos, pera nada que ver con lo que nos espera tras cruzar los muros de Éfeso. (más…)
Edirne es una ciudad de tamaño medio, aproximadamente 140.000 habitantes situada en la zona europea de Turquía, en la región denominada Tracia, muy cerca de las fronteras con Grecia y Bulgaria. Está situada a 238 kilómetros al oeste de Estambul, distancia que se cubre en unas tres horas y es un buen lugar para visitar, una ciudad con muchos atractivos, tanto turísticos, históricos como gastronómicos gracias a su privilegiado emplazamiento.
La urbe, fundada en el año 125 por el emperador Adriano al juntar dos pequeñas localidades próximas fue muy importante durante toda la historia, viviendo sus máximos momentos de esplendor antes de la conquista otomana de Constantinopla, en el 1453. Durante el siglo precedente, Edirne fue la capital del imperio.
En Edirne es de obligada visita la Mezquita de Selimiye, uno de los monumentos más importantes de todo el país. La mezquita, que se encuentra enclavada en una pequeña colina, es la obra más grande de los otomanos y cuenta con varios departamentos, como la madraza, una escuela, un museo de arte incluso un bazar.
Además hay otros lugares de interés como la mezquita Vieja, la de Beyazit, la de los Tres Balcones o la Muradiye además del famoso Caravasar de Rüstem Pasa con sus dos patios o el vecino bazar de Semiz, una estrecha calle repleta de tiendas y mucho encanto donde efectuar buenas compras de productos turcos.
Cabe mencionar que Edirne es la sede durante el mes de julio de los campeonatos anuales de lucha, donde se ven combates que llevan al límite a los contendientes con enfrentamientos de hasta dos horas entre los gladiadores, un acontecimiento con una gran repercusión en el resto de Turquía y durante el cual la ciudad se convierte en una fiesta.
Pero quizá lo mejor de Edirne sea su condición de ciudad universitaria, su vida en la calle, los paseos y disfrutar de sus vistas que dan un carácter muy acogedor y animado al visitante que podrá disfrutar de sus animadas calles o relajarse en sus múltiples cafés y pequeños restaurantes con especialidades turcas y también de los países vecinos.
Una oportunidad de descubrir otro rincón mágico, siempre en compañía de Eturquia, la agencia especializada en viajes, que pone a tu disposición las mejores ofertas para tus escapadas a Turquía.
Se podría decir que cualquier época del año es buena para programar un viaje a Estambul. No obstante, conviene tener en cuenta que la capital turca posee un clima grisáceo y húmedo en invierno y caluroso en verano; la primavera y el otoño son dos buenas temporadas para conocer la antigua Constantinopla, dado que las temperaturas son suaves, no abundan las lluvias y en cambio el sol brilla casi casa día. Pero, en efecto, cualquiera de los doce meses del año se puede disfrutar de las cientos de maravillas que esta metrópolis alberga.
Primavera: Conforme los días se alargan, los cafés, bares y restaurantes de Estambul despliegan sus terrazas, uno de los atractivos de la ciudad. Es una época magnífica para viajar hasta allí, puesto que no hay masificación turística y el clima es benigno. Acontecimientos señalados como el Día de la Soberanía Nacional o la Pascua se alternan con festivales como el Internacional de Cine o el Internacional de Teatro.
Verano: El calor es una constante entre los meses de Mayo a Octubre llegando a ser agobiante en Julio y Agosto, no obstante la mayor parte de los establecimientos hoteleros cuentan con aire acondicionado y piscina. Lo mejor si es calor es insoportable es acudir a una de las cientos de playas que distan apenas unos kilómetros del centro de Estambul para refrescarse en el mar. El 30 de Agosto se celebra el Día de la Victoria y en Julio tiene lugar el Festival Internacional de Jazz
Otoño: Con la caída de las primeras hojas de los árboles coincide la mejor época para disfrutar de la ciudad, una reflexión dicha por los propios habitantes de la urbe. Las temperaturas se suavizan y los bosques de alrededor muestran todo su esplendor. La agenda cultural está repleta de fechas, como el Festival de Blues, la Feria del Libro la Feria de Arte de Tuyap.
Invierno: Algunas ciudades decaen durante los fríos meses invernales para revivir con la llegada del sol. Esto no pasa en la ciudad más importante de Turquía, que mantiene durante esta temporada sus atractivos intactos, y con la ventaja de poder encontrar las mejores ofertas para viajar a Estambul e importantes descuentos en las compras en los bazares y tiendas. Además la afluencia de turistas se rebaja, lo que a veces es de agradecer, y se puede disfrutar del Día de Año Nuevo e incluso conocer alguno de los cercanos complejos de esquí, porque sí, en Turquía también hay estaciones de este deporte de nieve.
Si, nuestro viaje a Turquía está transcurriendo sin ningún percance, todo perfecto, hemos visitado los preciosos y emblemáticos monumentos en las principales ciudades, nos hemos adentrado en la belleza natural de sus paisajes, hemos disfrutado de las soleadas y tranquilas playas y hemos degustado las delicias de su gastronomía y su espléndido té. Ahora llega el momento de efectuar algunas compras ¿No? Qué mejor manera de completar un viaje redondo con algún presente para nuestros familiares, amigos o para nosotros mismos y hacernos con algún recuerdo que atestigüe nuestro paso por este país de ensueño.
Como muchas otras cosas, ir de compras en Turquía es toda una experiencia. Es casi imposible salir a la calle y no encontrarse con tiendas, boutiques, pequeños puestos callejeros, bazares o mercados. Este país es magnífico para encontrar gangas, sobretodo en sectores como la joyería o el cuero, aunque también son muy típicas y a muy buen precio las cerámicas que se diseñan y confeccionan siguiendo los cánones de la artesanía otomana.
Estas son algunas de las recomendaciones en el ámbito de las compras que Eturquía os propone para cuando realicéis vuestros viajes, rutas o escapadas a Estambul o a Turquía:
Cerámica: forma parte de la principal tradición del arte turco. Tiene diferentes estilos, según su región de procedencia. La azul y blanca es característica de Iznik, por ejemplo, aunque también son famosas las provenientes Kütahya y Çanakkale.
Tejidos: hay muchísimas variedades, así que lo mejor es elegir nuestro preferido y el que mejor se adapte a nuestros gustos. Los hay hechos a mano, el más destacado es el conocido como ikat, donde el algodón se va tiñendo según se va tejiendo. En efecto, Turquía es una región rica en telas y tejidos, por lo que conviene entrar en las tiendas, preguntar, regatear y sobretodo comprar.
Joyas: toda una tradición centenaria. Los turcos trabajan muy bien las piedras y metales preciosos. Se pueden encontrar objetos de oro, plata, marfil, esmeraldas y hasta diamantes. Es muy típico el ojo azul de cristal que, según la tradición, protege de todos los males y puede encontrarse en collares, anillos, amuletos o collares.
Pipas de fumar: pocos lugares hay en el mundo donde fumar en pipa sea más característico que en Turquía. Hay cientos de diseños en donde probar diferentes tipos de tabacos, muchos de ellos aromatizados con sabores de lo más diverso, vainilla, fresa, chocolate, manzana, naranja, miel… la lista es interminable. Para los no fumadores seguro que una pipa de agua se convierte en un buen objeto decorativo, hay auténticas obras de arte.
Comida: lo mejor es aprovechar nuestra estancia para probar un sinfín de productos turcos e ir comprando aquellos que realmente nos hayan gustado, luego los disfrutaremos en compañía de nuestros seres queridos cuando regresemos a casa. Lo más característico son los dulces, como el guirlache, el turrón o los orejones; las especias, casi infinitas y a precios mucho más bajos que en España y los frutos secos, los escaparates suelen están repletos de pistachos, almendras, pipas, avellanas, garbanzos,o nueces con miel. Como decíamos un paraíso para los sentidos.
A día de hoy no se sabe ciertamente cuántos asentamientos subterráneos existen en Turquía (Sólo en Capadocia se dice que existen ¡ 36 !), pero desde 1963 se conoce la ciudad subterránea de Derinkuyu, descubierta gracias a la curiosidad de Omer Demir, quien descubrió por casualidad un agujero profundo a unos 30 kilómetros de Nevlehir y decidió investigarlo jugándose la vida. ¿El resultado? Encontró una ciudad subterránea de 4 km2, con grandes salones incluso para dar clases e iglesias de hasta 65 metros de largo. (más…)
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