Turquía es un país que destaca por la multitud de su patrimonio, tanto natural, como cultural, arqueológico, histórico o gastronómico. Es el principal reclamo del país a la hora atraer turistas y así ha conseguido posicionarse como uno de los destinos principales del mundo. En efecto, los viajes a Turquía cada vez cobran mayor protagonismo a la hora de efectuar las reservas turísticas de los viajeros internacionales. Dentro del enorme elenco de los mayores atractivos turísticos del país, hemos seleccionado los más notables.
Aspendos: Ubicado al sur de Antalya, el enorme Teatro Romano de Aspendos está considerado el máximo exponente de un teatro de la época clásica que existe en el planeta y es una de las mayores atracciones turísticas de Turquía. A pesar de que este teatro es la razón principal para visitar la zona, no es lo único que hay de valor artístico: hay muchas más ruinas en la zona para los amantes de la arqueología.
Capadocia: Los oníricos paisajes de roca de la región turca de la Capadocia son el sueño de cualquier amante de la fotografía. Las crestas de los acantilados y de las montañas circundantes alojan panoramas ondulantes de rocas y pináculos de curiosas formas, forjadas por siglos de erosión del viento y el agua. Si deseas una experiencia completa, te recomendamos sobrevolar la zona en globo aerostático.
Crucero por el Mediterráneo: La costa mediterránea de Turquía posee ruinas en abundancia y otros atractivos, como sus afamadas playas, bendecidas por muchos días de sol y buen tiempo al año. En barco es como mejor se disfruta del paisaje, ya que algunas playas y calas son inaccesibles por tierra. en la zona entre hay multitud de calas escondidas con playas de arena blanca y cientos de islas dispersas que son el lugar ideal para explorar por mar.
Pérgamo: La más destacadas de las ruinas de la época greco-romana son las de la antigua Pergamum, sede de una de las bibliotecas más importantes del mundo antiguo. Se trata de un lugar imprescindible para imaginarte cómo era la vida de los antiguos habitantes de la zona,ya que está muy bien conservado.
Palacio de Topkapi: El Palacio de Topkapi te teletransporta al opulento mundo de los sultanes. Desde aquí los sultanes de la Era Otomana edificaron un imperio que se extendería por tres continentes.Merece la pena tanto su lujoso interior como su exterior, cubierto de preciosos y cuidados jardines desde donde se divisan algunas de las mejores postales de Estambul.
Ölüdeniz: Agua turquesa rodeado de un tupido bosque verde. Esos son los colores de Ölüdeniz Hablamos de, tal vez, la playa más famosa de Turquía. Por eso puede estar demasiado masificada en los meses de verano. Es recomendable subir a la cumbre de la cercada montaña Babadaǧ, para contemplar las vistas desde allí..
Pamukkale: Uno de los atractivos naturales más reconocidos de toda Turquía. Estamos hablando de las terrazas de travertino blanco puro de Pamukkale, que caen en cascada cuesta abajo, con propiedades curativas. Lo mejor es llegar a la zona al atardecer dado que la luz del Sol refleja sobre las rocas dejando una estampa preciosa.
Monte Nemrut: Es la mayor atracción del este del país. Una montaña solitaria, emplazamiento de uno de los lugares arqueológicos más sorprendentes de Anatolia. El momento para contemplarlo en todo su esplendor es al amanecer, para que pueda ver las estatuas de los dioses que adornan la cúspide del monte que parece que despiertan.
Santa Sofía: Casi no hace falta presentación, ya que Santa Sofía es uno de los edificios más famosos de todo el planeta. Este templo asombra cada vez que se visita, por la majestuosidad de su exterior y la decoración de su interior, muestra del poder atesorado por la antigua Constantinopla. Es un lugar venerado de gran importancia histórica tanto para los cristianos como para los mulsulmanes.
Efeso: Las ruinas de Éfeso son en realidad las ruinas de toda una ciudad con monumentos colosales y calles adornadas con columnas de mármol. Se trata de una de las ciudades romanas que se han conservado en mejor estado hasta nuestros días. conviene reservar al menos medio día para adentrarse en esta urbe romana y soñar que están en la época del Imperio Romano. En casi ningún lugar de Europa, Roma incluida, tienes la sensación tan acentuada de sentir que estás en una ciudad romana viva, a pesar de haber pasado siglos desde su abandono.
