Son muchos los que están comenzando a planificar sus viajes a Turquía de cara a la próxima primavera y al verano. Antes de viajar a Turquía conviene organizar bien la ruta para tratar de aglutinar el máximo número posible de atracciones turísticas. De todos modos, es imposible recorrer los principales monumentos del país, naturales o artificiales en un solo viaje. Por eso es conveniente organizar bien nuestro recorrido y no desesperarse, el resto quedarán pendientes para una próxima visita al país otomano.
Santa Sofía: se trata, sin ningún género de dudas, de de los edificios más bellos y conocidos de todo el mundo. Santa Sofía, es el máximo exponente de los monumentos del país y recibe cada año a millones de visitantes a este templo que ha sido iglesia y mezquita. Tanto su regio exterior como su suntuoso interior maravillan a los turistas. Una visita imprescindible.
Capadocia: Los oníricos valles rocosos de Capadocia una de las estampas más reconocibles de todo el país turco. Las colinas y los barrancos contienen las formas más curiosas de las rocas modeladas por el paso del tiempo y la erosión de los elementos. Los colores en la Capadocia son únicos. Por eso mucha gente opta por dar un paseo en globo aerostático, para apreciar todo su esplendor desde el cielo. Los que le tengas miedo a las alturas, no pasa nada, hay múltiples excursiones organizadas en tierra para no perderse nada.
Monte Nemrut: hablamos de la atracción turística más importante de la zona este del país. Se trata de un montículo funerario ubicado en la cumbre del Monte Nemrut, jalonado de restos de estatuas que lo protegían. Este extraño y solitario lugar es uno de los yacimientos arqueológicos más originales de toda Turquía. Las enormes cabezas de piedra de dioses observan desde la cima y proyectan una atmósfera muy especial, e inquietante, con los diferentes halos de luz proyectados por el sol. El mejor momento para subir al Monte Nemrut es al alba, cuando amanece por esa incidencia del sol en las estatuas.
Efeso: Un viaje a Turquía no estará completo sin contemplar las magníficas ruinas de Éfeso, una urbe de monumentos colosales y calles esculpidas con columnas de mármol. Una de las ciudades romanas mejor conservadas de todo el mundo. Hablamos de un lugar donde hacernos una idea de cómo era la vida en la época clásica del Imperio Romano. Una excursión hasta Éfeso llevará al menos media jornada, así que se recomienda planificar bien la visita y llevar agua y algo de comer.
Palacio de Topkapi: este palacio real es absolutamente majestuoso, y te lleva al opulento y lujoso mundo de la época de los sultanes. Desde aquí los sultanes dominaban su territorio en la Era Otomana y forjaron un imperio que se extendería desde Europa a África y Asia. Si el palacio impresiona por fuera, por dentro es impresionante, con el suelo de baldosas y la lujosa decoración con pedrería. En el exterior, los jardines públicos circundantes fueron una vez el único dominio de la Corte Real, pero ahora están abiertos al público y proporcionan un respiro tranquilo y verde de las calles de la ciudad.
Ani: Los restos de edificaciones abandonadas de este antiguo emplazamiento de la Ruta de la Seda se localizan cerca de la frontera de Turquía con Armenia. La edad dorada de Ani terminó en el siglo XIV después de las incursiones de hordas mongolas, un gran terremoto y la modificación de las rutas comerciales. Todo ello motivó el declive de Ani y la que una vez fue una gran urbe de la Ruta de la Seda hoy se ha convertido en un yacimiento arqueológico para los amantes de la historia. No conviene perderse la Iglesia del Redentor o la Iglesia de San Gregorio, con su elaborada mampostería de piedra y restos de frescos aún visibles.
Pamukkale: Una de las maravillas naturales más reconocidas de todo el país, las terrazas de travertino blanco puro de Pamukkale, en su descenso en cascada hacia abajo, evoca la imagen de un campo de nieve en mitad de un verde campo. Para obtener las mejores instantáneas, la mejor idea es acudir al caer el sol, que es cuando los travertinos brillan mientras los rayos del sol desaparecen.