Unas vacaciones en Turquía son a menudo sinónimo masificación turística, con miles de personas abarrotando playas, hoteles, tumbonas, bares y restaurantes. Pero hay múltiples localizaciones donde disfrutar de la paz, la naturaleza, la tranquilidad y la calma si ese es el objetivo de nustro viaje a Turquía. Pero lejos de Estambul y de las principales zonas turísticas de la costa turca podemos hallar muchos enclaves que son una delicia para los sentidos:
Iztuzu: decenas de tortugas conviven con el turismo de calidad en los 4,5 kilómetros de arena de la playa de Iztuzu. Es posible ver a las tortugas emergenciendo del mar son visibles en la arena en los meses de junio y julio, que es cuando ponen sus huevos. Los pantanos ubicados detrás de la playa son a menudo un lugar de vida para otros animales salvajes también.La falta de sombra es a menudo un problema en esta playa, si bien es compensado con un mar en calma, haciendo Iztuzu excelente para los niños.
Pantara: Se trata de playa de fina arena blanca que es uno de los arenales continuos más largos del Mar Mediterráneo, casi 9 km. En temporada alta de verano suele haber bastante gente en el acceso principal desde la carretera, pero caminando al noroeste más allá de las dunas te lleva directo a un montón de lugares solitarios. La primavera y el otoño en esta playa es una delicia.
Phaselis: Con sus magníficas oportunidades para practicar natación y otros deportes en el mar, esta zona es muy recomendable. Las ruinas de Phaselis flanquean tres pequeñas bahías, que proporciona una amplia oportunidad para contemplar los monumentos antiguos mientras se está acostado tranquilamente en la playa. La belleza natural del entorno hace que sea perfecta para una excursión de medio día. Se recomienda llevar comida y bebida porque hay pocas posibilidades en los alrededores.