Rutas por carretera para descubrir Turquía
Turquía es una especie de libro abierto de historia, donde se concentran recuerdos de la guerra de Troya, los anhelos del mercado de Pérgamo, la época dorada del Imperio Bizantino, la toma de Constantinopla por parte de los musulmanes. Toda esa herencia histórica hace que millones de personas deseen conocer las maravillas de este país en un viaje a Turquía. Hoy proponemos 4 rutas por carretera para descubrir los tesoros turcos mejor guardados con absoluta libertad e independencia. Ya sea en coche, moto o autocaravana, en estas rutas podrás combinar monumentos, espacios naturales, playas y la mejor gastronomía.
La ruta del Mar Mediterráneo
Este trayecto recorre unos 260 km a lo largo de la costa turca del Mar Mediterráneo, concretamente desde la playa de Patara hasta la localidad de Antalya.
Patara, está ubicada frente a la isla griega de Rodas. Posee unos 13 kilómetros de playas, aparte de un valiosísimo patrimonio histórico artístico que comprende el teatro, el arco de entrada de la antigua muralla, el faro y sus callejuelas empedradas. En esta isla nació San Nicolás, aunque es en Demre donde descansan sus restos, lo que convirtió a esta localidad en un punto de peregrinación religioso. Siguiendo nuestro camino, alcanzaremos la ciudad de Kas, una preciosa urbe turística cuna de civilizaciones y punto de partida de excursiones tanto por tierra como por mar. Además es un gran punto de buceo.
Nuestros pasos prosiguen rumbo a Çirali y su gran colonia de tortugas marinas, un lugar de protección ecológica, y, tras una parada técnica en el antiguo puerto griego de Olympos se llega a nuestro punto final, Antalya, un importante núcleo urbano a lo largo de la historia donde divisar su precioso centro histórico y seguir los pasos de las diversas civilizaciones que dejaron su impronta en la ciudad en su valioso Museo Arqueológico.
Ruta de Eskisehir hasta Isparta
Este camino cubre una distancia de algo más de 300 km entre los valles de Frigia y Anatolia. Solo las vistas que se divisan desde la carretera merecen la pena. Partiremos de la ciudad de Eskisehir, famosa por los balnearios de aguas termales que brotan de los montes que circundan el lugar. De camino se atraviesa el municipio de Odunpazari, perfecto para visitar el siempre ajetreado mercado de Atlihan y sus conocidas artesanías.
Como decíamos, la naturaleza es la verdadera protagonista de este viaje de ensueño, al pasar por algunos de los mejores parques nacionales del país, como el del Lago Kovada, que es el lugar donde anidan miles de aves, o el de Gölcük, emplazado dentro de un antiguo cráter de un volcán. La experiencia se completa con una visita al precioso lago de Egirdir, al que llegaremos tras atravesar los mágicos campos de lavanda Kuyucak. Tras visitar estas maravillas naturales, llegamos a nuestro punto final, la localidad de Isparta, denominada como la ciudad de las rosas.
La ruta del Mar Egeo
Se trata de una ruta de poco más de 250 km de largo y que supone una verdadera inmersión en la cultura griega, ya que hay restos por doquier de esta civilización, cuna del mundo moderno.
Partimos de Ayvalik rumbo al sur cruzando los montes de Madra, hasta alcanzar la antigua Pérgamo. Una visita por sus ruinas nos transporta automáticamente a la época en que esta urbe fue la capital del reino durante casi dos siglos tras la muerte del gran Alejandro Magno.
Desde allí proseguimos en dirección a Esmirna, Izmir en turco, para seguir apreciando el paso de la cultura helena por este lugar. Tras una jornada intensa recomendamos detenerse a reponer fuerzas en uno de los múltiples restaurantes especializados en pescado que hay a lo largo de la carretera.
Dejando siempre a un lado el imponente Mar Egeo hay que hacer una parada en Urla para probar el producto típico de la zona, las alcachofas. De ahí a Kusadasi, una ciudad costera turística que tiene una de las mejores playas y tal vez la mejor puesta de sol de todo el país.
La ruta finaliza en Çesme, una localidad muy turística donde descansar en la playa y disfrutar de tiendas y restaurantes típicos.
La ruta de los valles
La última ruta por carretera que proponemos cubre una distancia de unos 170 kilómetros que se recorren en unas tres horas, debido a la carretera llena de curvas y subidas y bajadas. Pero el esfuerzo merece la pena.
La ruta combina la naturaleza de los bosques que pueblan esta zona del país con la magnificencia de la ciudad de Ayvalik. De camino, descubriremos Çanakkale y su prestigioso Museo de Troya que ha sido ganador en alguna ocasión del premio al mejor museo de toda Europa, por algo será. Justo enfrente se localiza la península de Gallipolli, famosa entre los amantes de la historia militar ya que en esta zona tuvo lugar una de las batallas más feroces de la Primera Guerra Mundial entre las tropas aliadas y el Imperio Otomano, que finalmente fue derrotado. Cerca de allí hay que parar en los alrededores de la localidad de Assos, donde encontraremos repartidas varias playas naturales de gran belleza y donde suele haber muy pocos turistas.
Las mejores playas de Turquía
Turquía tiene muchos atractivos, pero no es ningún secreto que los cientos de playas que cubren sus 7.000 kilómetros de costa son algunas de las cosas más populares para hacer y el principal reclamo para que cada año millones de personas se decanten por realizar en sus vacaciones viajes a Turquía.
Muchos de los paisajes turcos más hermosos se pueden ver a lo largo de sus costas, y hay mucha cultura local para experimentar en la arena. Entonces, si está pensando en volar al mar Egeo, probablemente tenga curiosidad sobre dónde encontrar las mejores playas de Turquía. La verdad es que es difícil equivocarse de playa en Turquía, porque todas son de un gran nivel, pero aun así hemos hecho el trabajo previo de buscar y seleccionar las que para nosotros son algunas de las mejores playas de Turquía.
Playa de Kabak, Fethiye
A unos 25 kilómetros de la turística ciudad de Ölüdeniz, te encontrarás con el pueblo bohemio de Kabak, frecuentado por mochileros y entusiastas de la naturaleza. Otros 30 minutos a pie te llevarán al sendero empinado que conduce a la playa de Kabak. A esta bahía en forma de media luna, rodeada de bosques de pinos y montañas, solo se puede llegar bajando a pie por este sendero, pero la magnífica playa que encontrarás al final bien merece el esfuerzo. Entre los guijarros y la arena blanca de la playa de Kabak, estarás principalmente en compañía de lugareños y mochileros que viajan a lo largo de Lycian Way.
No encontrarás muchas comodidades, ni posibilidad de practicar deportes acuáticos o tumbonas de playa para alquilar. El ambiente es claramente relajado, y la gente viene aquí principalmente para apreciar la belleza natural y disfrutar de la tranquilidad durante sus vacaciones en Turquía. Hay algunas zonas de sombra para escapar del sol y refrescarse con un zumo o una cerveza de alguno de los chiringuitos. Aparte de eso, solo eres tú, el Mediterráneo y algunas tortugas bobas que a veces aparecen para hacerte compañía.
Playa Icmeler, Marmaris
Las arenas doradas de la playa de Icmeler se encuentran en la ciudad turística del mismo nombre, a solo 8 kilómetros de Marmaris. Lo que una vez fue un pequeño pueblo de pescadores ahora es una de las escapadas costeras más populares de Turquía para familias y grupos de amigos por igual.
Iclemer tiene una sensación sorprendentemente caribeña para una playa rodeada de bosques de pinos y respaldada por las montañas Tauro. Probablemente tenga algo que ver con la extensión de arena de 6 km de largo que nunca se siente demasiado llena y se limpia todas las noches para que esté impecable cuando llegue por la mañana. Ya busques tranquilidad completa o emociones fuertes, podrá encontrarlo todo aquí, así como muchos bares y restaurantes. La playa es tranquila con olas pequeñas, perfecta para descansar bajo el sol y darse largos baños.
Sin embargo, si lo tuyo son los deportes acuáticos, se ofrece de todo, desde parapente hasta esquí acuático y buceo. También hay excelentes rutas de senderismo en las colinas cercanas, que ofrecen hermosas vistas de la playa desde arriba.
Playa Mermerli, Antalya
El corazón de una ciudad bulliciosa como Antalya podría no ser el primer lugar donde esperarías encontrar una de las playas más hermosas del condado, pero ahí está. A tiro de piedra del centro de la ciudad, Mermerli Beach es una pequeña playa urbana escondida junto al antiguo puerto. Dado que Antalya es una zona solo para peatones, solo se puede llegar a Mermeli a pie, pero no hay nada mejor que un lugar para relajarse, tomar el sol y nadar después de una larga mañana caminando por la ciudad.
Para acceder a la playa, se paga una pequeña tarifa en la entrada del restaurante Mermerli y se desciende una escalera de madera desde allí. En el precio están incluidas una tumbona y una sombrilla, y podrás recibir bebidas, helados y comida directamente en tu asiento desde el restaurante. Una meseta de piedra y terrazas de madera han prolongado la pequeña playa natural de arena marrón y guijarros, pero hay que tener en cuenta que el espacio es muy limitado. Sin embargo, hay mucho lugar dentro del agua y el mar es claro con hermosas vistas de la costa opuesta.
Playa de Patara, Gelemiş
La playa de Patara recibe su nombre de la cercana ciudad antigua de Licia, Patara. Para llegar a la playa, debe atravesar las ruinas y pagar una pequeña tarifa de entrada, pero los restos de antiguos templos, calles y arcos crean el telón de fondo perfecto para este pintoresco tramo de costa a los pies del resplandeciente mar Mediterráneo.
Con 18 kilómetros, Patara es la playa más larga de toda Turquía, y con un desarrollo mínimo, encontrará fácilmente un lugar encantador para disfrutar en privado. Es un lugar ideal para largas caminatas en la arena, tomar el sol y nadar, ya que las aguas aquí son cálidas y poco profundas, ideales para niños y excelentes para bucear durante sus vacaciones en una villa en Turquía.
Este paraíso virgen formado por picos de piedra caliza y dunas blancas también forma parte de un parque nacional. La flora y fauna local es muy destacada, y la playa en sí es un punto protegido para las tortugas bobas. Debido a esto, la playa tiene poco o ningún desarrollo, salvo una pequeña cafetería administrada por la comunidad donde también se pueden alquilar sombrillas y similares.
Laguna Azul, Ölüdeniz
La Laguna Azul de Ölüdeniz es probablemente la playa más famosa de toda Turquía, y por una buena razón. Pocos lugares en el mundo igualan su belleza natural y, como tal, los turistas se sienten atraídos por las vibrantes aguas azules. Esta amplia bahía se encuentra justo donde se unen los mares Egeo y Mediterráneo, dentro de un parque natural protegido, con las montañas Babadag al fondo.
Hasta principios de los 80, la laguna azul era una joya bastante escondida, solo conocida por hippies y mochileros. En estos días, el lugar está más desarrollado con bares, restaurantes y muchas actividades. Uno de los pasatiempos más populares es disfrutar del paisaje desde arriba mientras se vuela en parapente desde las montañas cercanas. O, si prefiere permanecer al nivel del mar, puede alquilar una tabla de paddle surf para sus exploraciones. De cualquier manera, pronto verá por qué la laguna azul es una de las playas más fotografiadas de Europa y un lugar perfecto para visitar durante sus vacaciones en una villa de lujo en Turquía.
Los mejores planes en Turquía
Turquía es un destino que cuenta con unas alternativas perfectas para todo tipo de turismo. Un clima benigno, una población cercana y hospitalaria, unas infraestructuras turísticas de primer nivel y un amplísimo patrimonio histórico-artístico conlleva que cada temporada sean más los viajeros que apuesten por realizar sus viajes a Turquía en cualquier época del año. Desde Eturquía hemos seleccionado algunos de las mejores planes que se pueden realizar durante nuestra visita al país turco.
La ciudad subterránea de Derinkuyu
La región de la Capadocia cuenta con más de 30 ciudades subterráneas, aunque la más profunda es la de Derinkuyu. Está ubicada a unos 40 kilómetros de la localidad de Goreme. Derinkuyu se encuentra a más de 80 metros de profundidad y tiene 20 niveles bajo tierra, aunque solo se pueden visitar los ocho primeros.
Las excavaciones del primer nivel se remontan al año 1400 ac. cuando esta ciudad subterránea fue descubierta por un hombre tras derribar una pared de su propiedad, en el año 1963. Según los expertos, esta mega urbe subterránea podía albergar cómodamente unas 3.000 personas, pero podría llegar a albergar a cerca de 50 mi en caso de necesidad de resguardarse de un ataque invasor.
Disfrutar la magnífica gastronomía turca
Si hay algo que destaca en Turquía y que no es muy bien conocido en el resto del mundo, es su amplia y variada gastronomía. No te puedes perder los manti, por los típicos y deliciosos Kebab, incluído el Testi Kebab, hasta los Pide, los Borek, la larga lista de postres (Kunefe, Lokum, Baklava en sus cientos de versiones). Además, no dejes de probar el Cay o té turco, ni el café. Es muy típico en todas las casas e incluso en tiendas que nos ofrezcan una taza de té turco. También hay que degustar el tradicional licor turco, el raki, parecido al anís.
Uchisar y su castillo
Es cierto que la zona de la Capadocia es muy famosa por sus vuelos en globo, pero no es lo único que se puede hacer allí. Uchisar es una ciudad de la región, y su castillo merece una visita. Tanto por dentro como por fuera llama la atención la belleza de sus edificaciones y lo bien conservadas que están. Además, las vistas desde lo alto son espectaculares.
Se puede realizar una visita guiada y conocer varias estancias, excavadas en la misma piedra y conectadas con túneles y pasadizos. Desde allí se accede a través de unas empinadas escaleras hasta la cima del castillo para contemplar la maravillosa panorámica del entorno.
Descubrir el Valle de Ilhara
El Valle de Ihlara se localiza a apenas 90 km de la ciudad Goreme, en la ruta de ciudad subterránea de la que os hemos hablado en este artículo. Se trata de un valle de unos 100 metros de profundidad y 14 km de largo, surcado por el Río Melendiz. Allí hay varios puntos de interés, con sus iglesias con frescos antiquísimos, construcciones típicas civiles y espectaculares paisajes naturales, Es muy recomendable hacer una ruta de senderismo por la zona para descubrir la magia de la naturaleza de la zona.
Se puede acceder por distintas entradas, pero lo más habitual es hacerlo por la entrada que está a 4km del comienzo del valle. Hay que descender unos 350 escalones para llegar abajo, luego habrá que subirlo, pero es verdad que el esfuerzo bien merece la pena.
Subir a lo alto de la Torre Gálata
La Torre Gálata es una edificación de defensa de las más antiguas de toda Turquía. Lo mejor es que ofrece unas preciosas vistas de la ciudad de Estambul desde lo más alto. La torre en sí no es muy alta, apenas 61 metros, pero se ubica en un promontorio que la eleva sobre toda la ciudad.
Fue erigida en el año 528 primero como un faro, y en el año 1348 se reconstruyó en piedra para hacerla más resistente a ataques. De hecho, sus paredes tienen en la base 3.7 metros de ancho. Se aprecia mejor la gran anchura de sus muros a través de los pequeños ventanales por los que penetra la luz del sol.
El Gran Bazar de Estambul
Ningún viaje a Turquía está completo si no hemos realizado una visita al famosísimo Gran Bazar de Estambul. Este enorme mercado cuenta con unos 4.000 puestos y recibe cada día a más de 300.000 visitantes. Es una especie de ciudad en sí misma, con sitios para comer, tomar un té, pero sobre todo para comprar.
En el Gran Bazar podemos encontrar de todo, desde joyas, ropa, relojes, alfombras, lámparas, dulces. Ten en cuenta que en la mayoría de las tiendas hay carteles advirtiendo de que está prohibido sacar fotos. Ah y otra cosa, prepárate para regatear.
Las mejores experiencias en Turquía
Turquía es un país que goza de unas condiciones idóneas para el turismo. Buen clima, gente amable y hospitalaria, una infraestructura turística de gran nivel y un impresionante patrimonio histórico-artístico hace que cada año sean más las personas que decidan realizar sus viajes a Turquía en cualquier época del año. Desde Eturquía hemos seleccionado algunas de las mejores experiencias que se pueden llevar a cabo durante su visita.
Volar en globo en la Capadocia
Volar en globo en la región de la Capadocia sin duda está entre las experiencias más destacadas que se pueden hacer en Turquía. Hayas o no hayas volado en globo antes, hacerlo en este lugar tiene una magia sin igual. Contemplar el amanecer con ese paisaje sobre tus pies, al tiempo que una multitud de globos vuelan al mismo tiempo, es un espectáculo inolvidable y que todo el mundo debería probar.
La Mezquita Azul
La denominada Mezquita Azul, se llama en realidad Mezquita Sultanahmed Camii y es la mezquita de mayor importancia de la ciudad más grande del país, Estambul. Posee 6 minaretes, más una cúpula de enormes dimensiones y que es ciertamente de gran belleza. Cuando se entra a la mezquita descubrimos el motivo de que sea llamada la mezquita azul. Mmás de 20 mil azulejos de color azul adornan toda la cúpula de la mezquita. Dentro hay vidrieras y lámparas colgantes de araña, el conjunto es espectacular.
Bien vale la pena contemplarla tanto por dentro como por fuera, incluso de noche, cuando se ilumina. Se encuentra localizada en la Plaza Sultanahment y la entrada es totalmente gratuita. La Mezquita Azul abre todos los días del año, pero ojo, hay que tener presente que cierra a los turistas durante los horarios de culto, así que hay que informarse bien para no tener que esperar o posponer la visita.
La magia de Santa Sofía
Ubicada muy cerca de la Mezquita Azul, de la que hablamos antes, es decir, en la zona de Sultanahmet, se emplaza la Santa Sofía, o como la denominan los turcos, Ayasofya. Fue levantado entre los años 532 y 537 y es la mayor obra maestra y el mejor exponente del arte bizantino. Resulta de gran curiosidad los diferentes usos que este edificio ha tenido a lo largo del tiempo. Primero fue una iglesia cristiana, más tarde fue una mezquita, momento en que se añadieron los 4 minaretes. Luego más tarde, en 1935, se transformó en un museo. Y recientemente ha vuelto a convertirse en mezquita. Es de mayor extensión que la Mezquita Azul, con una inmensa cúpula de 30 metros de diámetro,lo que unido a sus cuatro minaretes y a su emplazamiento en un punto elevado de la urbe, hace que forme parte de cualquier panorámica de Estambul.
Los travertinos en Pamukkale
Este lugar es una excentricidad de la naturaleza, un destino mágico de los más destacados que se pueden realizar en tu viaje por Turquía. Pamukkale significa en turco “castillo de algodón”, y al verlo es fácil entender el porqué. La zona posee aguas termales con un alto contenido en creta, un material que va sedimentando al pasar el agua, formando esas curiosas piscinas naturales llamadas travertinos y que atraen a tantos turistas.
Descubrir la Hierápolis en Pamukkale
Muy cerca de los travertinos que acabamos de mencionar, merece la pena acercarse a recorrer la Hierápolis de Pamukkale. Se trata de una antigua ciudad-balneario de origen romano. Destaca el magnífico teatro romano, muy bien conservado y desde el que se divisa una preciosa vista de todo el entorno. Además, ten en cuenta que la entrada a la Hierápolis está incluida en el mismo ticket y con el mismo precio que en el boleto a Pamukkale.
Las cinco playas más bonitas de toda Turquía
La mayoría de los viajes a Turquía durante el verano buscan un claro objetivo: descubrir algunas de las mejores playas de todo el mundo. Esto es posible en el país turco. relajarse y disfrutar de unos días de descanso, sol y playas con aguas turquesas. Además cabe la posibilidad, para los menos holgazanes, de aprovechar esta incursión a los arenales turcos para descubrir el legado histórico artístico de las numerosas culturas y civilizaciones que han pasado por la península de Anatolia a lo largo de las centurias. Pero, para los que estén fundamentalmente interesados en una única cosa, la playa, aquí van algunas de las mejores playas del país:
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Cinco razones para visitar Turquía
Turquía está cada vez más de moda y cada día son más las personas que se inclinan por reservar sus viajes a Turquía de cara a esta temporada veraniega. En efecto, este exótico destino, a caballo entre Europa y Asia, se ha convertido en el sueño de muchos viajeros. Por estos motivos hoy les presentamos cinco motivos para visitar Turquía y disfrutar al máximo de este país de ensueño.
Es un país barato
Es una de las principales preocupaciones de todos los turistas. En este caso podéis estar tranquilos. Aunque siempre todo depende de la época del año y de la antelación a la hora de reservar, un viaje a Turquía suele ser bastante económico en comparación con otros destinos. Es posible encontrar muy buenos hoteles a unos precios más que excelentes. La comida, tickets a lugares turísticos y el transporte público son mucho más baratos que en otros comparables, así que es una muy buena alternativa, calidad a precios competitivos.
Su cultura milenaria
Al estar emplazada Turquía entre dos continentes, Asia y Europa, Turquía posee una cultura rica, variada y llena de matices y contrastes. La religión musulmana es predominante y es uno de los países islámicos más abiertos y tolerantes. Visitar sus mezquitas, escuchar la llamada a la oración y conocer in situ sus tradiciones, gastronomía, forma de vestir es una experiencia en sí mismo. Como decíamos, Turquía también es un país moderno y avanzado, por lo que el contraste entre los distritos más tradicionales y los más nuevos, donde se vive de forma plenamente occidental, es una experiencia por sí sola.
Paisajes de ensueño
En un viaje por este país no solo se pueden contemplar obras artísticas hechas por el ser humano, la mano de la naturaleza está muy presente por toda Turquía. En su territorio es posible encontrar paisajes únicos en el mundo. Mención especial merece la Capadoccia, ubicada en el centro del país. Se trata de una zona singular con su tierra árida y las chimeneas de hadas, unas formaciones oníricas impresionantes. En Pamukkale se puede visitar el Castillo de Algodón, una montaña blanca con aguas termales. Al oeste, al norte y el sur se pueden encontrar playas paradisíacas, bosques frondosos, cascadas, ríos, tierras fértiles, lagos e incluso montañas nevadas. Hay muchas Turquías.
La gastronomía
Otro de los motivos fundamentales para visitar Turquía es su rica gastronomía. El país turco huele y sabe a especias, a kebabs y a dulces típicos. Dar una vuelta por los mercados y dejarse llevar por los colores y aromas es una de las experiencias que permanecerá en la retina y la pituitaria del visitante. Algunas especialidades son el té con dulces, los higos, las sopa especiadas, las baklavas o la carne con yogur. Abre tu mente, prueba y déjate llevar.
Monumentos y patrimonio
En muy pocos lugares del mundo se conjuga un patrimonio histórico artístico tan variopinto: ruinas de teatros romanos, ciudades antiguas, lugares importantes para la religión musulmana e incluso para los cristianos ortodoxos. Conviene no perderse Santa Sofía, la Mezquita Azul, el Palacio Topkapi o la Torre Gálata, todos ellos en Estambul, pero en la capital, Ankara, Bodrum o Éfeso podremos encontrar muchos más lugares que son testigos del paso de romanos, griegos, bizantinos y otomanos por estas tierras a lo largo de los siglos.
Sus gentes
Cabe señalar un apartado adicional: la gente de Turquía. La amabilidad, hospitalidad y cercanía del pueblo turco no es una leyenda, es la absoluta realidad. A pesar de que a veces puede haber ciertas barreras idiomáticas, fundamentalmente con las personas de más edad, siempre harán lo posible por tratar de ayudarnos y hacer que nos sintamos como en nuestra propia casa.