Turquía es uno de los principales destinos turísticos de todo el planeta. Por eso, cada año son más los turistas internacionales que planifican sus viajes a Turquía, para no perderse ningún tesoro de los que posee este país.
En un viaje turístico por el país turco caben múltiples opciones, desde la costa mediterránea al tradicional interior del país, de los restos arqueológicos de Pérgamo a los monumentos de la capital, Ankara. Pero, comencemos por el principio. La mayoría de los turistas que visitan Turquía empiezan por su ciudad más famosa, Estambul, por algo será.
Emplazada entre dos continentes, Asia y Europa, Estambul es uno de los grandes destinos viajeros del mundo y no extraña saber que es una de las ciudades más visitadas de todo el globo. Pero dentro de los múltiples atractivos con que cuenta la antigua Constantinopla, queremos destacar los más famosos:
Santa Sofía en Estambul
Santa Sofía es el gran atractivo turístico de la urbe de Estambul, su visita en sí es una gran experiencia cultural de cualquier viaje a esta urbe, y su interior es uno de los más espléndidos del planeta, gracias a su cuidada decoración con sus espectaculares mosaicos.
Durante más de 900 años fue la iglesia más extensa de toda la Cristiandad y más, durante casi cinco siglos, ha sido la mezquita más venerada en la otra gran religión monoteísta, el Islam. Desde el año 1934 Santa Sofía fue un museo, pero en el verano del año 2020 las autoridades decretaron que esta maravilla de la arquitectura volviera a tener uso religioso como mezquita.
Aunque no pertenece al complejo de Santa Sofía, merece la pena una visita cercana, ya que justo al lado se localiza Yerebatan Sarayi, más conocida como la Cisterna Subterránea o la Basílica Cisterna. Se trata de uno de los restos más curiosos de la época bizantina en la ciudad.
Mezquita Azul en Estambul
Su nombre oficial es la mezquita del Sultán Ahmet, aunque es denominada por todos como la Mezquita Azul, porque ese color es el más característico de este templo. Es, sin ningún género de dudas, uno de los monumentos más visitados y reconocidos por los turistas. Su parte interior es muy llamativa, y al entrar deslumbra la luz que se cuela por sus 260 ventanas, que hacen resplandecer los más de 20.000 azulejos que se contabilizan en su parte interior.
Además, a apenas 500 metros de distancia se localiza la antigua iglesia de San Sergio y San Baco, conocida popularmente como la “pequeña Santa Sofía” y que es una delicia de visitar.
El Gran Bazar de Estambul
Una visita a Estambul no estaría completa si no se llevara a cabo una ruta por el Gran Bazar de Estambul, que es, desde hace más de quinientos años, una de las instituciones sociales más importantes de esta ciudad y que encarna el espíritu comercial y abierto que ha caracterizado a Estambul desde hace siglos. La mejor manera de recorrer este enorme Bazar es pasear sin un objetivo determinado, dejándote llevar por el ambiente y perdiéndote en sus múltiples callejones y establecimientos. Ah, regatear es el deporte nacional de los turcos y esto se lleva a rajatabla en este lugar, así que prepárate para sacar tus mejores aptitudes negociadoras para lograr precios competitivos.