La costa sur es una de las que más personas atrae cada año en sus viajes a Turquía, bañada por las cristalinas aguas del mar Mediterráneo, es, en efecto, uno de los destinos más fascinantes para los viajeros que buscan una combinación de belleza natural, historia milenaria y cultura vibrante. Esta ruta, que abarca desde la región de Antalya hasta la zona de Mersin, ofrece una variedad de paisajes, ciudades antiguas y playas paradisíacas. A lo largo de este recorrido, el visitante puede sumergirse en la rica herencia cultural de la región mientras disfruta de un clima cálido y soleado prácticamente todo el año.
Antalya: La puerta de entrada al Mediterráneo turco
El viaje comienza en Antalya, la capital de la Riviera turca. Situada en una bahía rodeada de montañas, Antalya es una ciudad que mezcla a la perfección la modernidad con su legado histórico. Fundada por los griegos en el siglo II a.C., fue posteriormente un importante enclave romano y, más tarde, parte del Imperio Bizantino y del Sultanato Selyúcida.
Uno de los principales atractivos de Antalya es su casco antiguo, conocido como Kaleiçi. Callejuelas adoquinadas, casas otomanas restauradas y vistas panorámicas al puerto antiguo son algunos de los encantos que ofrece. En el centro de la ciudad, la Puerta de Adriano, un impresionante arco de triunfo romano, sigue en pie como testimonio de su pasado glorioso. Para aquellos interesados en la historia, el Museo Arqueológico de Antalya alberga una de las mejores colecciones de artefactos de la región, incluyendo esculturas, joyas y cerámicas de las antiguas civilizaciones que habitaron esta zona.
Después de explorar el casco antiguo, los viajeros pueden dirigirse hacia las playas cercanas, como Konyaaltı o Lara, para disfrutar de un día de sol y mar en las aguas turquesas del Mediterráneo.
Olimpos y Çıralı: Naturaleza y ruinas antiguas
A unos 80 kilómetros al sur de Antalya, se encuentran las pequeñas localidades de Olimpos y Çıralı, situadas en una bahía protegida entre montañas boscosas. Olimpos es conocido por sus ruinas antiguas, que se encuentran a lo largo de un río que desemboca en el mar. El ambiente es relajado y bohemio, con muchas opciones de alojamiento en cabañas de madera, perfecto para quienes buscan una experiencia más rústica y cercana a la naturaleza.
Çıralı, por su parte, es famosa por la Chimera, una llama eterna que emana de las rocas de una colina cercana. Estas llamas, alimentadas por gases naturales que salen del suelo, han estado ardiendo de manera ininterrumpida durante siglos, lo que ha dado lugar a numerosas leyendas mitológicas.
La playa de Çıralı, además, es un refugio para las tortugas marinas Caretta caretta, que vienen a desovar en sus arenas cada año. Si viajas en temporada, es posible ver a estos majestuosos animales, siempre respetando las normas de conservación.
Demre: Tierra de San Nicolás
Siguiendo hacia el este, encontramos la ciudad de Demre, conocida antiguamente como Myra. Esta ciudad es famosa por ser el lugar de origen de San Nicolás, el obispo cristiano que inspiró la figura moderna de Papá Noel. Aquí, los visitantes pueden explorar la iglesia de San Nicolás, una antigua basílica bizantina que alberga su tumba.
Otro de los principales atractivos de Demre son las tumbas licias talladas en las rocas, ubicadas en las cercanías de la ciudad. Estas tumbas, que datan de más de 2.000 años, ofrecen una visión fascinante de la cultura funeraria de la civilización licia, una de las más antiguas de la región.
Kaş: Un paraíso para los buceadores
Continuando el viaje, llegamos a Kaş, un encantador pueblo costero que ha conservado su ambiente tranquilo y pintoresco. Con sus casas blancas adornadas con buganvillas y sus calles empedradas, Kaş es un lugar ideal para aquellos que buscan relajarse y disfrutar del paisaje mediterráneo.
Kaş también es famoso por ser uno de los mejores destinos de buceo en Turquía. Las aguas cristalinas y las numerosas cuevas submarinas y naufragios ofrecen una experiencia inolvidable para los buceadores de todos los niveles. Además, en los alrededores de Kaş se encuentra la isla griega de Kastelorizo (Meis), que se puede visitar en un viaje de un día.
Fethiye: Playas de ensueño y ruinas antiguas
Uno de los puntos más destacados de la ruta es Fethiye, una ciudad que combina el encanto de una localidad costera con una impresionante oferta histórica y natural. Las ruinas antiguas de Telmessos, incluyendo su teatro romano y las tumbas licias talladas en la roca, son un testimonio del glorioso pasado de esta ciudad.
Uno de los lugares más icónicos cerca de Fethiye es la playa de Ölüdeniz, famosa por su laguna azul de aguas cristalinas y arenas blancas. Además de ser una de las playas más fotografiadas del mundo, es un destino muy popular para practicar parapente, ya que los vuelos desde la cercana montaña Babadag ofrecen vistas espectaculares de la costa.
Mersin: El puerto del Mediterráneo oriental
Finalmente, el viaje termina en Mersin, una ciudad portuaria moderna que, a pesar de su desarrollo, aún conserva vestigios de su rica historia. El Castillo de Kızkalesi, situado en una pequeña isla frente a la costa, es uno de los puntos turísticos más importantes de la región. Según la leyenda, fue construido para proteger a una princesa de una profecía, lo que le ha otorgado un aire de misterio.
Mersin también es conocida por su gastronomía, en particular por sus platos de mariscos y su famoso tantuni, un tipo de burrito turco lleno de carne especiada.
Así que ya lo sabes, la ruta por la costa sur de Turquía es un viaje que ofrece una mezcla única de paisajes impresionantes, playas idílicas y un vasto patrimonio histórico. Desde las bulliciosas calles de Antalya hasta las tranquilas playas de Çıralı, cada parada en este recorrido tiene algo especial que ofrecer. Tanto si eres un amante de la historia, un entusiasta de los deportes acuáticos o simplemente buscas relajarte en un entorno paradisíaco, este viaje por la Riviera turca no te decepcionará.